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Si el internet es el mismo en todos lados, ¿por qué no puedo usar el mismo plan en casa que en mi empresa? Cuando hablamos de internet empresarial o corporativo, la diferencia es sutil, pero importante. 

Si una empresa no está conectada, prácticamente no existe para el consumidor. Por eso, el internet como herramienta de trabajo y de negocios es algo esencial y, como tal, saber cuáles son las opciones siempre es importante.  

Cuando hablamos de internet residencial y empresarial, no se trata solo de precio o de mayor ancho de banda. La diferencia radica en un elemento específico: la conexión.  

La conexión, esa carretera compartida 

El núcleo de la diferencia está en el tipo de conexión que usan. El internet residencial usa una conexión compartida y el internet empresarial una conexión dedicada o exclusiva. Sencillo, pero esencial. 

Cuando hablamos de una conexión compartida nos referimos a que varias casas usan la misma conexión a internet. Eso significa que mientras más personas estén conectadas, más lenta será la conexión porque hay más tráfico. Funciona como una carretera, mientras más vehículos hay en ella, más lento se desplazarán.  

Aunque parezca una mala idea, en realidad no lo es. Las necesidades de una residencia se suelen cubrir bien con una red compartida. Además, no solo se comparte el internet, también se comparte el costo, por lo que es más asequible el servicio.  

Sin embargo, una empresa tiene diferentes necesidades y, por eso, el internet empresarial requiere una conexión dedicada. Esto quiere decir que tienes la conexión exclusivamente para tu empresa, sin compartirla. La carretera es toda tuya y de tus trabajadores.   

 Como la conexión no se comparte, te garantiza una velocidad constante y prácticamente ininterrumpida.  

Cuando la simetría importa 

Pero hay otra diferencia crucial, la simetría en la transmisión de datos.  

Si alguna vez has hecho un test de velocidad de internet, habrás notado que hay dos velocidades, la de carga y descarga. Los nombres son autodescriptivos, la primera implica que tan rápido envías datos y la segunda que tan rápido los recibes.  

El internet residencial tiene una velocidad de descarga mayor que la de carga, porque la naturaleza del uso en casa es más hacia ese requerimiento. En casa se ve Netflix, YouTube, se escucha música. El internet empresarial, tiene una velocidad de carga y descarga prácticamente idénticas, porque el uso para empresa necesita esa simetría. Hacer un back up en la nube requiere una buena velocidad de carga; una videoconferencia necesita que ambas velocidades sean lo más cercanas posibles.  

Maximiza la estabilidad 

Un servicio de internet empresarial es mucho más estable que uno residencial como consecuencia de la naturaleza de la conexión. Para el proveedor de internet es mucho más fácil y rápido verificar y solucionar problemas cuando la conexión es dedicada y no compartida.  

Esto para el cliente se traduce en velocidad de respuesta ante cualquier problema, ya que no es necesario revisar varias conexiones, que muchas veces están en diferentes ubicaciones geográficas, para ver dónde está el problema.  

Si tu internet empresarial falla, el proveedor deberá revisar solo una conexión en vez de 20. Además, permite un monitoreo constante, por lo que incluso se puede actuar más rápido y garantizar una conexión constante.

Y, claro, los mejores proveedores de internet hacen de esto una garantía de calidad y servicio al cliente.  

Existen otras diferencias a tener en cuenta, como la posibilidad de una IP pública parar servicios propios de la empresa que quiera compartir directamente en internet.  

En corto, un enlace corporativo provee una calidad de servicio superior al residencial, respetando niveles de servicio (SLA) altos, enlaces simétricos exclusivos y con soporte 24/7/365. 

Si deseas conocer más sobre las ventajas del internet empresarial y cómo este puede adaptarse de forma específica a tu empresa, contáctanos, somos expertos en soluciones de telecomunicación.